martes, 29 de noviembre de 2011


Entre los pequeños canales que forma la lluvia, vi pasar un ramo, un tul de novia, y una novia, que llevados por la corriente se desdibujan  entre los trastos viejos, mientras son arrastrados por el agua.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Malversando a Caperucita:



 De los que resulta en este extraño caso, que Caperucita tenía un stock de canastas, un montón de abuelas, que el lobo no las guarda en su estómago, sino que las prefiere al escabeche.

lunes, 24 de octubre de 2011

Me falta amor:

Me falta amor:

¨Como sabes que no eres para mi
Si yo empiezo a temblar cuando cantas¨
Ocaso-Adicta


Acaba de pelearme con él, de contarle que si no podía perdonarme por esta estupidez…
Acababa de salir por la puerta con paso decidido al ascensor, pensando en la noche que me quedaba.
Acababa de pulsar el botón con furia e insistencia el botón del… ¡PUTISIMO! ascensor que no se dignaba a venir.
Acababa de cerrarse la puerta, y miles de lágrimas, mezcladas con  imágenes se volcaron en el reducido espacio.
Acababa de sonarme la nariz, cuando es ascensor cerró las puertas me encontré regresando arriba.
Acababa de reinventar mi llanto cuando percate que subía, directo, al mismo piso suyo.
Cuando apareciste entre las puertas, diciéndome, ¿No te fuiste todavía?, mi llanto estallo, y me abrazaste fuertemente mientras volvíamos a nuestra habitación.


miércoles, 19 de octubre de 2011



Qué extraño que el exquisito olor de tu encantador perfume, no pueda ocultar la mierda de persona que eres.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Clima Emocional VII:

Tengo las emociones llenas de mocos,  y la nariz tusada.
Afuera creo que esta helando, igual desde mi cama nada se ve.
Nada se nota, respiro discontinuo, arremolino frió y calor.
El pronóstico (que me vaticino) es cama y sopa de pollo, mimos y aspirinas.

martes, 4 de octubre de 2011

¡TODO ERA AMOR! Oliverio Girondo

¡TODO ERA AMOR!
¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!


sábado, 17 de septiembre de 2011

Según la época del año



Según la época del año, un nuevo movimiento de cultura surgía de en medio de mi ciudad, cabeza.
No lograba definir todavía a la nueva banda que musiquieba las tarde en las plazas de mi centro urbano.
Una nueva representación de teatro se presentaba en la capital de piedra. Que versaba sobre mi última crisis de otoño, una tragedia inexorable de caramelo y humedad. Que mis públicos aplaudieron con entusiasmo.
Se acerca una campaña, se avecina un cambio, y los panfletos inundan las calles, mis cuadernos y se advierte en mi vestuario. Hay un sector que puja por mi retorno a los más tierno y estable, pero este sabe que quiero bajar un rato del cambalache diario. Y la vez anhela el caos también.

martes, 6 de septiembre de 2011

Sobrecojer.

Si Te vuelves a meter en mi cabeza de esa forma...
Te hago cagar! 


(SI, SI! me puse violento, pero aceptémoslo, de pronto sin avisarnos, un NN (Nomen nescio), nos mira a los ojos y devela eso que no queríamos... Ese silencio de cómo trabajan nuestras neuronas para no dejar ver(nos)... Desenlace)

A la mismísima mierda con los que nos dejan con la taza de café a medio camino y el miedo de ser tan trasparentes.

lunes, 22 de agosto de 2011



Y leo Risueño:



En agosto se me pelan los ojos.
Y me siento una tragedia caminante.
Una historia innovadora y espontanea.
Color fresa de mangas cortas.
Engarzando una corona de aire.
No pienso en divagar, tampoco me arrepiento.
Con mi reino a cuestas, leo risueño.



domingo, 14 de agosto de 2011

**Punto de fuga**


Geometría, creación, proporción

El punto de fuga:

Hay un lugar, no sé bien donde.
Donde las cosas pierden levitación.
Donde todo se cae por su peso.
Y las que importan quedan a flote.
Que duro chocar contra ellas,
Y estrolarse en fragmentos que no podemos mover.
Hay un lugar, donde el punto de fuga:
Se dispara al ocote, nos dispara.
Y hay que levantarse de mangas.
América Invertida
Y acomodar lo que podemos.
En fin, adecuarnos al caos propio
Pero desde una nueva perspectiva.
Donde las proyecciones de ángulos se enrarezcan.
Correspondiente a una dirección dada en el espacio definido.

Pinturas de: Joaquín Torres García Montevideo 1874,1949.

viernes, 29 de julio de 2011

Era esa mórbida obsesión de alejarme de tu mirada expectante para entender lo profundo que acababa de decir.

martes, 19 de julio de 2011

Vamos a exagerar que acá no paso nada


Vamos a exagerar que acá no paso nada:

Había decido a embriagarme para escribir un texto más o menos legible, dependiendo, obvio, del estado de su escritor al momento de empezar semejante epopeya (hace un tiempo que me invaden miles de ideas; pero la perezosa pluma, al momento de dignarse a escribir, solo atina a depositar actos amorosos fallidos o una mezcla rara entre un cuento de desazón y pampas húmedas).

Siempre que leo a uno de mis escritores pienso el estado que acobijo su alma para producir semejante obra, y pienso en un Rimbaud lleno de drogas psicodélicas, o un García Márquez ebrio en su escritorio. Luego me retracto, no creo que el señor Gabriel haya estado tanto tiempo en embriaguez como para producir su realismo mágico, más de cien años de ella si no leo mal.

Sonriente, le serví un té en la cama a mi abuela, que había decido misteriosamente retirarse a su alcoba y dejarme la cocina solamente para mi “uso “ personal. No porque intuyera lo que acaecería. Ya que ambos hemos terminado en estados bastantes embarazosos antes, es de imaginar la escena de ambos ebrios en el cubículo que es la cocina, que además de graciosa, seria repetitiva puesto que en navidad y para la semana pasada nos embriagamos, sin querer, juntos en la tarde, a la par.
-Cocina-
Prendí el grabador, agite la coctelera, y mientras Edith piaf inundaba mi  cocinar, un aperitivo de vino blanco con hojas de burro y cedrón, ingerí. 

Los platos, ya empezaban a escurrirse, al tiempo que uni and her hukulele al compás de Beirut marcaban el tiempo: abro la heladera, en (re)busca de ideas sobre lo que escribir, indagando en ese compartimiento cuadrado o, simplemente intentando hallar los limones.

Mientras exprima las imágenes se posaron en mi mente, un nuevo comienzo, el cuento que hace meses prometo escribir, una obra de teatro, el estruendo de miles de ideas neonatas que rodaban por sobre los descuajeringados limones, que cicatrizaban de la forma más dolorosas, esos fetos de ideas recién desprendidos.

En semejante accionar, hasta la mujer del libro (inmaculada Cristina Wargon) me parece lasciva, picara y hasta llamativa; a lo que pienso sonrojado, ojala que mi amada Ana María Shua no se entere. Caigo en la cuenta, esto es demasiado ya.

Volví, a paso regular, medido a preguntarle a la Abu, si quería algo más. Algo así como la bolsa de agua atine a oír, puse la pava, y mientras llenaba el susodicho trasto, el café con licor se coló por mi garganta.
Ahora me siento, entonado, a escribió, con una copa de whisky en mis mano y jugando con el hielo, mareado, escribo frenético, ideas, desenlaces, musas varias. El piso gira, me levanto y contemplo mi obra casi completa… 

Vomito sobre ella. Mala idea, esta, mala idea.


jueves, 30 de junio de 2011

Paulo de nombre raro


Paulo de nombre raro:

Paulo se despertó, camino medio dormido hasta su baño, pisando en su llevar peluches de las personas que vivían con él: el del nombre raro.

Destapose el dentífrico y colgado de un haz de luz quedo. Pequeño Paulo se descubre el pelo de la frente y regresa a buscar su ropa con cuidado de pisar los miles de muñecos que envuelven su cuarto.