(A perri, que sabe)
Extraño sangrar,
Pero extraño sangrar como antes, cuando dolía y ese dolor era insoportable.
Como cuando queres cruzar la calle y miras para los dos lados (mi vieja se encargo de APORREARME la cabeza para que ese único concepto quedara como un acto de compulsividad al hacerlo) y hay miles y miles de autos, que con sus luces te encandilan, tu miopía y la reputisima madre….. Ese dolor, no físico, sino de acá (tocándome la cabeza, el corazón, la nuca).
Y dolía y ese dolor era insoportable; era tan fuerte que hacia que fluyéramos en mares de tinta y papel; de tijera y boligoma; y de puteadas al que osara (y había muchos ingenuos que entraban con cara de feliz cumpleaños y un alegron “Peeeerrrmiso” que hacía caso omiso a tu cara de morite morite morite) atravesar mi demarcado hábitat.
Y era tan fuerte, tan palpable sentir que podíamos reventar (te).
Extraño muchas cosas, el dolor es una de las que mas me abruma perder, y en cierto punto aliviado se que en pos de un progreso este desapareció, pero ahora, desde esta calma de instituciones y adultez me saca una sonrisa.
Como cuando un mes después de no verte por mas de un año llegaste a casa, y sin preámbulos nos reencontramos.
Como extraño (me)...
es que ese era un dolor intenso, ahora nos acostumbramos al dolor diario, a levantarnos doloridos como cuando empezás el gimnasio que estas una semana levantándote y descubriendo músculos nuevos que te dueles y ni sabias de su existencia, solo que este dolor no es ese dolor, es un dolor que se lleva en otro lado, en el animo, el dolor aumenta según aumentan los días "y quizás un auto choco a tu perro y recién lo extrañarás el día de su cumpleaños -pero yo tengo un gato" en fin, las sombras ya están ahí, afortunadamente de vez en cuando, cada vez más de vez y menos en cuando, tenes la posibilidad de compartir ese dolor y se unen en un llanto triunfal por desangrar el dolor que llevamos dentro y necesitamos sacar, pero tenemos que aparentar ser duros, ser Boogies, sino no sobrevivimos en el mundo. es triste el mundo de los duros...
ResponderEliminarQuiero abrazarte, para que te duela. Para que te duela la pérdida de mi calor. Te quiero, te quiero abrazar, provocar dolor en tus cachetes como una abuela que saluda a su niete. Detrás del dolor que provocan mis dedos: el afecto. Quiero hacerte fuerte para que no sientas y para que hagas que otre, tampoco sienta(sufra). Quiero que lagrimes, pero de placer. Sangre transparente, que se esconde detrás de boligomas y juguetes progresistas. Que bella es la vida, que bello es Sentir(se) que te estas muriendo, sangrando y con esa misma sangre se van creando miles de ríos. Ríos felices. ¡ Cuantos ríos felices podés Aporrear!
ResponderEliminarNo te gusta porque hiciste uso exclusivo de tu hemisferio derecho, pero está lindo :)
ResponderEliminar"Ese dolor de acá (tocándome la cabeza, el corazón, la nuca). Insoportable. Tan fuerte que hacía que fluyéramos en mares de tinta y papel."
ResponderEliminarLa parte que más me gustó. La angustia trae una inspiración creativa que nada más puede traer. Por eso a veces me gusta estar triste. Está bueno prestarle atención a todas las sensaciones: aunque algunas no sean agradables, si se quiere, se pueden llegar a disfrutar.
En cuanto a tu firma,
me puso re contenta! Gracias a vos!
A medidad que crecemos el dolor parece aumentar, aunque cada vez vamos perdiendo menos sangre.
ResponderEliminarCuanto extraño (me).
ResponderEliminarMe quedo con eso.
Nostálgico.
Simple y contundente.